viernes, 16 de diciembre de 2016

Ascendencia 173

Acfredo I de Carcasona ( ? - 906 ), conde de Carcasona y Razès (877-906). Era el segundo hijo del Conde Oliba I de Carcasona. Fue hermano de Oliba II de Carcasona y era nieto, por línea paterna de Bellón de Carcasona, con lo cual tenía vínculos con la Casa de Barcelona, que dominaba los condados de Barcelona y Ampurias.
  Adelinda de Auvernia, hija del conde Bernat II de Auvernia, conde de Autun y Auvernia


Oliba I de Carcasona (nac. c. 800-?), conde de Carcasona. Era hijo de Bellón de Carcasona y quizá hermano,1 o más probablemente primo,2 de Sunifredo I, el padre de Wifredo el Velloso.
En 812, a la muerte de Bellón, le sucedió en el condado su hijo mayor Guisclafredo I de Carcasona, que murió sin descendencia. Entonces el condado de Carcasona pasó a manos de Oliba, que gobernaba también el condado de Rasez.
Casado dos veces, con Elmetruda y Riquilda, tuvo tres hijos: Oliba II, Sunifredo (abad de Lagrasse) y Acfredo I.
El condado y patrimonio, a su muerte, fue gobernado en común por sus hijos y nietos recayendo el título en Bernardo de Septimania, conde de Tolosa.

Bellón, o Belló, es el nombre del hipotético primer conde de Carcasona, que sería ancestro genealógico del conde de Barcelona Wifredo el Velloso. Algunos autores atribuyen a Bellón la fundación del linaje denominado de los "bellónidas", cuya existencia es objeto de especulaciones y controversia. Algunos historiadores, como Alberto Montaner Frutos, han cuestionado su existencia al no encontrar pruebas contemporáneas documentales en las que fundamentar su biografía.

Bellón de Carcasona (?-812) habría sido un magnate de origen godo, miembro de una familia noble de segundo rango, originario de la región del Conflent.1 Carlomagno lo habría designado conde de Carcasona como parte de su política de confiar los nuevos condados fronterizos del sur de su Imperio a nobles godos locales (en la Marca Hispánica fueron nombrados condes varios nobles de origen godo, como Borrell de Osona al frente de los condados de Urgel y Cerdaña, y Bera en Barcelona2 ). Esa preferencia por la nobleza goda local se debía a que este territorio había pertenecido a la Septimania, que formó parte del antiguo reino visigodo de Toledo. A diferencia de los nobles francos, que estaban más dispuestos a rebelarse, esta aristocracia local de origen visigodo se caracterizaba por su fidelidad al rey.3 Según el historiador francés Pierre Bonnassie, la mayor parte de los alodios de Bellón se encontraba en el Conflent, mientras que otra parte de su patrimonio estaba en el Capcir, en las proximidades de Formiguères.4

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